La propuesta para la museografía del Museo Histórico de Carahue, nace desde la observación del territorio geográfico y humano. Del encuentro entre ambos y el surgimiento de diferentes culturas que dieron como resultado un sincretismo que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
La fusión y diálogo de estos elementos genera 3 ideas espaciales que dan cabida al guión y a la diversidad de temáticas contenidas en el. La turbulencia como idea a materializar da cabida a generar espacios dinámicos, móviles y versátiles. A partir de una estructura desmontable e independiente, que busca no interferir la Arquitectura propia de la casona. El rio como elemento protagónico del territorio, nos lleva a proponerlo como elemento principal en la ocupación de las salas de la muestra, el cual une y conecta el recorrido, generando un ritmo que insinúa su forma entre los distintos ámbitos.
Al mismo tiempo, proponemos reflejar a los pueblos que lo habitan a su alrededor, siguiendo su forma con diversos elementos gráficos que otorguen volumen y dispersión al espacio, a través de una diversidad de texturas y alturas. Estos elementos desde lo expositivo contendrán colecciones, elementos interactivos y gráficos. La forma nace desde dos circunferencias que se fragmentan de forma equidistante, por lo que puede variar su forma según requerimientos, adaptándose al espacio que lo contiene. Las estructuras que reflejan a los pueblos también pueden variar, son 3 alturas en las que se aplican gráficas móviles, que permiten adaptarlas según necesidad.
La muestra es versátil en su forma y construcción,como también en la distribución del espacio. Espera otorgar conexión con lo local y su geografía, dando protagonismo al Río Imperial como elemento conector del guión y espacio.
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